EL DIOS ABSOLUTO, EL DINERO

04.05.2024

Todo es una cuestión de dinero. Lo que ven con vuestros ojos, como las guerras, los desórdenes, el narcotráfico, la corrupción, el ecocidio al medioambiente, las peleas, los nuevos partidos, los viejos partidos que reaparecen como líderes de la revolución, líderes del fascismo y del nazismo, o de la democracia, solo es por una cuestión de dinero.

Los planes del siglo XXI para esta sociedad acabaron NO siendo ideológicos. Hasta el nazismo de Hitler, la dictadura de Videla y de Massera tenían -en su locura delirante- un plan político, mesiánico, donde el dinero era importante para utilizarlo. En el mapa del planeta Tierra actualmente no hay ningún plan ni delirante, ni místico, ni divino.

A parte de nuestra confraternidad y de pocos misioneros más en el mundo, nadie hace nada por ideales, solo lo hacen para recaudar dinero de una forma u otra, porque es el único sistema, el único valor indisoluble, fuerte, incorruptible, incondicional que transmite y da garantía de la sobrevivencia humana. El dinero es lo que mueve a los potentes que gobiernan el mundo, a los pueblos, a los súbditos que son esclavos de los potentes, a la gente común, a los intelectuales… Menos a los justos y a los misioneros como nosotros que tenemos como bien absoluto a la ética y la justicia, la verdad y la libertad, a pesar de que usamos el dinero.

Esta es la razón por la que Israel no ha tirado una bomba atómica, sus mismos banqueros se lo han pedido a Israel, no por sus hermanos, sino, porque debajo de la ciudad, existen túneles con muchas toneladas de oro y de ser atacada la ciudad no podrán encontrar más su dinero. [NDR En el caso de que Israel lanzara una bomba atómica sobre Irán, éste respondería con miles de misiles que destruirían a Israel].


Juan Alberto

Giorgio, esto que decís me rompe todos los esquemas, porque siempre vi la cuestión del dinero como un instrumento y no como fin en sí mismo, o razón de ser de las cosas. Esto cambia todas las perspectivas en lo que es la formación de conciencia.


Giorgio

En tu generación fue así, en el bien y en el mal. Hoy, en el bien y en el mal, es solo una cuestión de dinero. Esto me lo ha dicho el Padre y me lo ha demostrado con números.


Juan Alberto

Esto me transforma el mecanismo de pensamiento, pero no en lo que yo creo o no, sino respecto de cuál es el método para lograr, por lo menos en algunos, una toma de conciencia y un cambio, porque se supone que todo lo que estamos haciendo, está destinado a lograr -en algunos- que perciban la realidad de un modo que signifique ascender en la escala espiritual.


Giorgio

El método único es el dinero que infunde en el corazón del malo, fuerza, coraje, preservación de la vida, y que es capaz de matarte, de robarte, si encuentra la garantía de que tú le des dinero. Lo hará con pasión porque también cree en lo que hace. En el bien sucede lo mismo, la persona cree en Giorgio, en los estigmas, en el Cristo, cuando más dinero le das, más seguridad le infundes, más garantías a su vida para que él pueda profesar en mejor forma, profesionalmente, con seriedad y con poca probabilidad de que traicione su misión. El dinero, juega en este momento el rol fundamental de nuestra vida, no porque nosotros pensemos esto.

En nuestra generación -40/50/60- el dinero era parte importante para utilizar en aquello que teníamos que lograr, en cambio la generación de hoy -no nuestros hijos- logra el objetivo en el bien o en el mal si tiene el dinero como garantía de su vida.

Por esta razón el Padre me ha autorizado en el tiempo, porque me ha dicho que el dinero es una tentación también para mí que soy su instrumento, su siervo fiel, a dármelo en la medida justa que lo necesite para que pueda lograr mis objetivos con mis hermanos y mis hijos.

Los 8.000.000.000 de personas del planeta Tierra eligieron en cuerpo, alma y espíritu como valor absoluto el dinero, no a lo que da vida, salud, amor, sentimiento, hijos, arte, poesía, cultura, profecía, experiencia, inspiración.

Cristo nos mostró que existían dos dioses, uno era Su Padre y el otro era el dinero, la humanidad debía elegir a uno de los dos porque no podía tener a ambos como dioses, ya que si servían a uno, no podrían servir al otro, es decir, terminarían traicionando a alguno de los dos. Esto hizo Cristo, levantó las dos manos y nos dio a elegir preguntándonos si elegíamos a Su Padre o al dinero.

Nosotros, mensajeros de Cristo y de Adoniesis que estamos aquí, tenemos que aceptar amargamente esta regla y -astutamente- utilizarla para llevar a esta gente hacia Cristo sin sacarle como idea el valor absoluto del dinero ya que cuando entre en la familia de Cristo, a pesar de que lo siga teniendo como principal dios, será nuestra confraternidad de los juanes la que los ayuden lenta e inexorablemente a que -con el tiempo- traicionen al dios de él, de sus padres y de su generación.

Maestro Juan Alberto, este camino es muy largo, al Padre no le interesa que esta transformación pueda hacerse en pocos meses, a Él lo que le interesa, es que nosotros arrastremos a la gente y la hagamos entrar en su comunidad para que Él, luego sabrá cómo transformar este valor inculcado por siglos.

El Padre nos dará la posibilidad de utilizar el valor absoluto del hombre, el dinero, para engañarlo y ganarle. Para realizar esto, maestro Juan Alberto y todos, tenemos que ser honestos y mirarnos en el espejo de la realidad.

Haré una metáfora, nosotros somos como los alcohólicos que se mienten diciendo que no son alcohólicos. Para salir del alcoholismo debemos reconocer que lo somos y así poder cambiar y ganar. Con esta metáfora quiero decir que somos culpables de la muerte de 800.000.000 de niños por hambre ya que utilizamos y compramos todo lo que nos venden aquellos que tienen su dinero en las bolsas del mundo. Los accionistas de la venta de armas que hacen guerras para mantener el hambre en el mundo. Tenemos un auto, un celular con el que yo hoy puedo estar comunicándome con ustedes y que se extrae del Congo, entonces, soy culpable. [ NDR -El coltán se extrae sobre todo del Congo y está presente en nuestro día a día en teléfonos inteligentes, tablets, GPS, ordenadores, armas, industria aeroespacial, en cirugías]

Soy amigo de aquellos que imponen el hambre, porque les ofrezco mi dinero para que ellos lo continúen con sus negocios. Primero debo reconocerlo y luego debo rescatarme. En italiano rescatar significa que "pago la pena haciendo lo contrario de lo que hice", es decir, sigo utilizando el mal, pero queriendo cambiar con el mal a la sociedad, o sea, que utilizo el dinero, el celular y toda la mierda que esta gente me vende para atacarlo, para infiltrarme, para gritar y ser un provocador en la sociedad que ellos me impusieron, pero primero debo reconocer como son las cosas y decir que el dinero es el dios con el que convivo todos los días -aunque mi verdadero Dios sea Adoniesis- ya que el que me permite tener salud, vida y casa es el dinero.

Lo reconozco y lo voy a utilizar para destruirlo.