LA TRAMA DE LA DEPENDENCIA

Por Carlos Del Frade
La noticia de finales de febrero, de lo que va a pasar con Ucrania, EE.UU. y Rusia, marca también el grado de feroz dependencia en la cual está metida la Argentina también con su presidente Javier Milei que además, tiene una inmensa ansiedad por dejar de lado el NARCOSUR para tener un acuerdo de directa relación económica con los EE.UU. como lo ha expresado en reiteradas veces.
La información que apareció a mediados de esta semana en el diario La Nación, marcaba que detrás de una intensa campaña de presión de parte del presidente Donald Trump, Ucrania y EE.UU. avanzan hacia un amplio acuerdo económico que incluiría el acceso a los minerales y tierras raras. Por su parte el mandatario ucraniano Volomir Zelensky dijo que no consiguió ninguna garantía de seguridad con EE.UU. y enfatizó, que por ahora se trata de un marco para un acuerdo que Washington impone como condición para el envío de asistencia para la guerra.
Los funcionarios que estaban familiarizados con el asunto hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a hablar públicamente. Uno de ellos dijo, que esperaba que la firma del acuerdo garantice el continuo flujo de apoyo militar estadounidense que Ucrania necesita con urgencia.
Lo cierto es que esto que está pasando con Ucrania funciona como una especie de advertencia colectiva que queremos formular desde este humilde pero sincero y honesto espacio, para decir que esto va a pasar en la Argentina, que puede ocurrir, no solamente por las características del presidente de la nación absolutamente sumido en la dependencia de Trump que lo ha hecho de forma casi patética, cambiando el voto por las tensiones en las Naciones Unidas cuando lo había recibido a Zelensky como si fuera un héroe planetario.
Esta idea de quedarse con los minerales ucranianos de parte de Trump claramente es una manera de presionar y que hace a los intereses históricos -por otro lado- de EE.UU. que tiene en este caso una expresión individual con características propias como lo es el presidente Donald Trump, pero que sin embargo, no deja nunca de responder a esos intereses saqueadores que tiene EE.UU. en distintos lugares del mundo.
Por eso, es posible que esto que está pasando hoy con Ucrania pase en Argentina a cambio del famoso acuerdo que desesperadamente están tratando de obtener los funcionarios del gobierno de Milei con el FMI. Es casi seguro de que después Trump, como lo hizo con Ucrania y cómo lo hará con otros lugares, presionará a la Argentina para que le de todo lo que tenga que ver con Vaca Muerta, con el litio que necesita tanto su amigo y secretario de EE.UU., Elon Musk que además, ha dicho claramente que le interesa Argentina por sobre todas las cosas, por el litio y por supuesto, el tercer elemento fundamental para los EE.UU. y que es obviamente fundamental para el pueblo argentino, pero que le damos la espalda por la fenomenal desinformación que viene de distintos lugares, que es el Río Paraná, la explotación de por donde sale el 80% de las exportaciones Argentinas.
Por eso lo que está pasando con Ucrania en función de la dependencia con EE.UU. es casi el mismo guión que se aplicará en la Argentina a cambio seguramente, de un nuevo estatuto legal del coloniaje que será un nuevo acuerdo con el FMI.
Mientras suceden estas cosas el sindicato de obreros y empleados aceiteros, ha decidido que posiblemente todas las plantas se paren a partir de los primeros días de marzo ante la decisión de Vicentin de no pagar los salarios como consecuencia, y más como decisión política de extorsión social, poniendo en juego la estabilidad laboral de por lo menos 6.000 puestos de trabajo directos solamente de sus plantas exportadoras, porque lo que hay que recordar siempre, es que Vicentin es un consorcio de 32 empresas que tiene una deuda de 1600 millones de dólares, que 14 de los funcionarios que están libres es porque pagaron una caución de 10 millones de dólares y que son responsables de haber fugado 791 millones de dólares entre agosto de 2019 y enero de 2020.
Por eso, eso es fundamental darnos cuenta de cuál es la trama de la dependencia, y por otra parte, de cómo funciona el poder político resignado ante un poder económico en la Argentina y en la provincia de Santa Fe.
Hablando de eso, la idea de la mano dura, no solamente tiene que ver con llenar las cárceles de pobres, sino también, con castigar a quienes desde el estado quieren generar lucha para establecer un mejor acuerdo salarial, como ha vuelto a pasar con el paro docente quebrado por la necesidad económica que supone eliminar el presentismo, descontarles el día de paro -es decir mano dura- para con los trabajadores estatales.
Señales de dependencia, de crueldad, a las que necesariamente habrá que oponerle los imprescindibles acuerdos de los sectores que resisten para ir perdiendo una herramienta de emancipación colectiva, para eso primero, como siempre decimos "Soberanía de Cabeza".
Programa N° 224, emitido el 28/2
