MARIA, UN PUERTO SEGURO

18.03.2025

La que primero probó la eficacia de la boca de Dios 











.

Por Ricardo Perez

Diversos son los medios en que el Espíritu Santo lleva adelante Su obra de salvación y santificación, uno de los más dilectos, es María, la madre de Jesús y es justamente por ella,  que existe el lema ponderado que dice: "Ad iesus per Mariam" que traducido dice: "A Jesús por María".

De Ella podemos decir que nunca se señala así misma, siempre señala a Jesús. No hay nada que se resista a las manos de la Madre de Dios. Igualmente podemos decir que vamos a Jesús a través de las manos de María.

María es primera discípula y figura de los que creen, es como una carta escrita por el espíritu del Dios vivo y precisamente por ello puede ser conocida y leída por todos los seres humanos. La encontramos en la segunda carta a los corintios 3.2, incluso a los más pequeños, a los que Jesús, dice que se le develan los misterios del reino ocultos a los sabios. Mateo 11.25.

Cuando María acepta y le dice al Ángel: "Sí, hágase la voluntad del Señor Adonay" y acepta ser la Madre de Jesús es como si dijera a Dios aquí estoy, soy la tablilla para que el escritor escriba lo que Él quiera y haga lo que quiera conmigo, el Señor de todas las cosas.

Reúne de la forma más elevada dos disposiciones, una pasiva, recibe la palabra, y otra activa, da la palabra. Este dar la palabra según enseña Giorgio, es estar en la calle dando la cara para sostener la verdad y la resistencia por la justicia. Sería caminar con María hacia la defensa de un justo, porque el Justo está en Él.

Así como madre de Dios, se conforma instrumento del Espíritu Santo y sugiere e inspira, a pronunciar en cualquier ocasión, especialmente, cuando estemos en la prueba. "Aquí estoy" y "Hágase". La espada de dolor que atraviesa a María no logra rendirla y nos enseña que la fe tiene la capacidad de volvernos fuertes.

Ella estaba de pie bajo la cruz, de pie significa mantener la esperanza y por encima de todo, es tener la convicción de que nada sucede por casualidad, de que Dios nunca nos abandonará. Ella nos dice al oído que vale la pena luchar, que no desistamos porque Ella está a nuestro lado.

No es disparatado pensar en que María tiene voz y voto en la Santísima Trinidad, San Francisco de Asís la saludaba como hija y sierva del altísimo Rey y Padre celestial, Madre de Nuestro Señor JesúsCristo y esposa del Espíritu Santo. Una relación única con la trinidad, como también es única Su docilidad a las inspiraciones del Espíritu Santo, sobre todo cuando nos sugiere que nos levantemos con prontitud y vayamos a ayudar a alguien que nos necesite como lo hizo ella cuando fue a visitar a su prima Isabel.

Seamos visitadores y portadores del amor justo de Cristo

Es necesario para no errar el camino, que hagamos nuestras acciones -sobre todo a favor de la vida- con María. Que en nuestro accionar miremos a María como modelo cumplido de toda virtud y perfección que el Espíritu Santo ha formado para ser imitado según nuestra capacidad. Imitar a María es abrirse a la acción del espíritu y dejarse llevar por la sabiduría divina que sopla en nuestra alma.

María es también testimonio del espíritu de la verdad, sobre todo, porque estuvo con Cristo desde el principio, fue la que primero probó la eficacia de la boca de Dios que sopló sobre ella, Su Santo Espíritu y la fecundó.

Imitar a María para los discípulos era un puerto seguro, era la seguridad de estar haciendo bien las cosas. María significa Madre de la Luz, Jesús que es la luz de la vida.

Para Giorgio Bongiovanni, la luz es la fuerza unificadora que descubre la unidad de la diversidad.

Madre todos los hombres enséñanos a decir amén.

7 de marzo de 2025