LA VERDAD, LA JUSTICIA Y LA LIBERTAD EN LAS CONFESIONES DE UN AMIGO DEL HOMBRE

DEL CIELO A LA TIERRA
HE ESCRITO EL 13 DE ABRIL DE 2022:
PLANETA TIERRA
13 de Abril 2022
LA VERDAD DESNUDA SE MUESTRA AL HOMBRE CONFESIONES DE UN PROFETA DE DIOS
De Francesca Panfili
Hoy les dedico este diálogo que se ha producido entre el Señor y yo. Más que un diálogo se trata de un llamado y de una plegaria:
Señor Jesús, soy siempre yo, tu siervo que grita en el desierto, un desierto que reside en el corazón de los hombres. Tu preciosísima sangre, Señor, ha redimido mi corazón y mi espíritu. Te ruego Señor, protege a todos mis hermanos y hermanas de las tentaciones del maligno y dame fuerzas para superar mi calvario para la gloria del Tu Padre y el nuestro.
Te ruego que guíes mis pasos y sostengas mi cruz. Ayúdame a alejar a Satanás de mi camino. Protege a todos aquellos que me has encomendado, soy tuyo Señor, mi amado Cristo Jesús. Te prometo, Señor, que cumpliré hasta el fin la santa misión que me has encomendado para gloria del Padre Adonay, Padre tuyo y Padre nuestro.
No comprendo, amado Maestro, por qué me has honrado con estas marcas sangrantes impresas en mi cuerpo que miro continuamente con asombro, a pesar de que ya han pasado 32 años de este tiempo humano. No tengo miedo del dolor y de lo que hacen estas heridas. A menudo siento que no soy digno de llevarlas, pero aun así siempre se hace tu voluntad. Si esta es tu voluntad, te obedezco.
Quisiera hacer mucho más, trabajar más por ti, Señor nuestro Rey. Por ti escavaría la roca con mis propias manos si esto pudiera dar fruto para tu Santa Misión en el mundo y aliviar el sufrimiento que esta humanidad miserable y desdichada te propicia continuamente, pero yo sé que soy lo que soy y puedo daros lo poco que tengo en cuerpo, alma y espíritu. Muchas veces, Señor, tengo miedo de no soportar estas heridas, pero a veces también tengo miedo de ser herido, torturado y perseguido y por eso me asalta el sentimiento de vergüenza y cobardía, pero entonces una fuerza misteriosa y amorosa compenetra mi corazón y tiene control sobre mis miserias y así sigo adelante y trabajando en tu viña. Sé que esta fuerza misteriosa es tu amor infinito y el de tu Padre, nuestro Dios. Te doy gracias por tu misericordia Señor y por tu amor infinito que también sientes por mí, uno de tus muchos mensajeros y servidores.
No es fácil vivir en este mundo Señor. Te ruego que regreses pronto con potencia y gloria porque se hace de noche y nosotros necesitamos de Ti, amado nuestro.Gracias siempre Señor por escucharme'.
Muchas veces digo esto al Señor, queridos hermanos, porque lo vi, lo toqué con mis manos y olí su carne y su sangre. Vi a este joven hombre, un loco joven hombre que tiene ideas raras sobre el amor, pero desbordantes de heroico furor. Ideas que arden como una tormenta de fuego en su corazón. A este Jesús Mesías lo he besado en los labios y me ha dicho 'Amigo y hermano'. Él, Hijo del Todopoderoso, me llamó amigo para hacerme sentir importante, aunque sabe bien que yo no soy nada. Me ha dicho que les diga a sus hermanos, que sois vosotros y a sus apóstoles, los que estáis encarnados entre vosotros, que os precederá a la Nueva Galilea de los gentiles y allí se manifestará a todos vosotros, y luego se mostrará al mundo entero. ¡A este Cristo Resucitado yo lo he visto! Ha vuelto por vosotros, por todos los que le han servido como vosotros y lo han esperado con ansias.Yo he nacido para anunciar su Regreso con potencia y gloria y mientras tenga aliento gritare en el desierto. Gritare siempre que el Señor es nuestro Dios, que el Señor Jesús es grande, bendito es su nombre, el Señor Jesús, el Mesías, Hijo de Dios.
Y ahora os dejo con este grito de alegría y orgullo al Padre:
'A ti Padre Adoniesis, Señor de los ejércitos, ahora creo en tu existencia, ahora creo en tu presencia, ahora creo en tu omnisciencia. Yo te creo porque finalmente te has revelado, tú que has sido el Dios invisible, intolerante, justo en tu justicia, intransigente con el espíritu del hombre que siempre está dispuesto a desobedecerte. Has sido un Dios que mostraba su poder como el viento. Nunca has mostrado tu cara. Siempre te has escondido detrás de la autoridad que representabas. Siempre has estado oculto a nuestros ojos.
Aunque a través de la creación has mostrado tu genialidad como Arquitecto del Todo, has sido el Dios invisible, sin voz, sin ojos, sin sonrisa, que no perdona. Jamás te hubiera creído si no te hubieras decidido, como genio y gran artista fantástico, extraordinario, inimitable que eres, a revelar la parte más bella, más fascinante, más creíble, más verdadera, más sincera, más artística, la del Amor más grande de todos los amores y nos lo has revelado a nosotros, tus servidores que a pesar de todo te servimos. Te has inmerso en la carne y el espíritu de un hombre, Jesucristo, tu Hijo y nuestro Señor.
El Señor a su siervo:
Verdad que se expresa a través del pensamiento de los Dioses, que inspiran a los amantes de la vida que han bebido el cáliz de la Sabiduría Divina. Un cáliz que sacia, explica, consagra, medicina a menudo amarga que hace comprensible el misterio y lo ofrece al hombre en su miserable desnudez y crudeza.
Te amamos Verdad que eres Cristo e indignamente escuchamos las palabras que tu fiel amigo en el mundo nos trae para enamorarnos de ti y de la vida y para seguir conociéndote.Esto lo hemos oído de boca de un filósofo, amigo de la Verdad, que se confiesa y nos hace sumergir en el Océano de la Sabiduría del Dios Vivo que es Verdad y Conciencia-Una.
Con amor y devoción,
Francesca
10 de abril de 2022